El rubbing es un producto versátil fundamental en el proceso de preparación de superficies antes de la aplicación de pintura, así como una herramienta eficaz para la recuperación del aspecto de pinturas ya aplicadas que han perdido tonalidad o brillo con el tiempo. Su formulación permite remover impurezas superficiales como polvo y suciedad que puedan comprometer la adherencia y el acabado de una nueva capa de pintura. Asimismo, su acción pulidora suave puede revitalizar pinturas envejecidas o dañadas, devolviéndoles su lustre original.
Para asegurar la eficacia del rubbing, es crucial que la superficie a tratar esté completamente limpia, exenta de grasa, polvo o cualquier otro contaminante. En el caso de superficies recién pintadas, es imprescindible respetar el tiempo de secado recomendado por el fabricante de la pintura antes de proceder con la aplicación del rubbing.
Aplicación Manual:
Para la aplicación a mano, se recomienda depositar una pequeña cantidad de rubbing, aproximadamente 3 centímetros, directamente sobre la superficie a trabajar. Esta cantidad es generalmente suficiente para cubrir un área de 60 centímetros por 60 centímetros. Es aconsejable trabajar por paneles individuales para asegurar una aplicación uniforme.
Una vez depositado el producto, se debe utilizar una toalla o un paño suave, preferiblemente de algodón, para extender el rubbing sobre la superficie. A continuación, se aplica el producto realizando movimientos circulares y ejerciendo una presión firme y constante.
Finalmente, se debe remover el exceso de producto utilizando una toalla suave y limpia. Es importante reemplazar el paño por uno nuevo tan pronto como se sature de residuos para evitar redepositar la suciedad sobre la superficie.
Aplicación a Máquina:
Para la aplicación con pulidora eléctrica, se deben aplicar pequeñas porciones de rubbing directamente sobre la superficie que se va a pulir.
Luego, se procede a pulir la superficie utilizando la máquina pulidora. Se recomienda comenzar con una presión media a ligera, disminuyéndola gradualmente a medida que el producto comienza a secarse sobre la superficie.
Siguiendo estas indicaciones, podrás aplicar el rubbing de manera correcta, ya sea a mano o a máquina, para preparar adecuadamente tus superficies o para revitalizar pinturas existentes, logrando así un acabado impecable y duradero.